RIBOT MARCH, Narciso
[Madrid,
13 de agosto de 1845 / El Escorial, 8 de agosto de 1910]
Narciso
Ribot March nació en Madrid el día 13 de agosto de 1845 y falleció en la
localidad madrileña de El Escorial el 8 de agosto de 1910. Su padre, Antonio
Ribot Fonseré, si bien se dio a conocer como poeta satírico era en realidad un
conocido médico de la capital del reino, aunque había nacido en la ciudad
barcelonesa de Vich, y su madre, Mercedes March Llopis, había nacido en el
pueblo alicantino de Orihuela, de cuya comarca era originaria toda su familia.
Su entorno familiar
En
1875 contrajo matrimonio con Ana Candelaria Van Halen Galainena, que había
nacido en La Coruña el 9 de septiembre de 1852, y con la que tuvo una hija,
Matilde Ribot Van Halen, que nació en Madrid el 10 de octubre de 1879,
recibiendo el mismo nombre que otra hija anterior del matrimonio que había fallecido
a muy temprana edad el 27 de septiembre de 1879. Matilde Ribot se casó en la
capital del reino el día 25 de octubre de 1906 con el ingeniero Antonio
Montenegro
Era
su suegro Francisco Van-Halen y Pérez Maffei, que había estado estrechamente
vinculado a la ciudad de Guadalajara, en cuya Academia de Ingenieros militares
fue alumno y profesor. Nacido el 6 de septiembre de 1823 en la localidad
gaditana de San Fernando, llegó a la capital alcarreña para comenzar sus
estudios castrenses el 29 de agosto de 1838 y falleció el día 3 de junio de
1869.
En
la capital del reino cursó Narciso Robot sus estudios de Derecho e inició su
carrera administrativa: el 23 de diciembre de 1865 fue nombrado escribiente de
Segunda clase del Cuerpo de Vigilancia pública de Madrid y el 12 de septiembre
de 1866, habiendo ascendido ya a Oficial de Segunda clase, se trasladó a la
Contaduría Central de Hacienda, permaneciendo en este Ministerio hasta 1876,
ascendiendo en el escalafón desde Oficial de Cuarta clase hasta Jefe de
Negociado de Tercera clase. Sin embargo, trasladado al Ministerio de Fomento,
el 9 de enero de 1876 fue rebajado a Auxiliar de Primera clase y, seis meses
después, pasaba a ser funcionario cesante.
Así
se cerraba su breve carrera administrativa, pero lo hacía para comenzar una
exitosa trayectoria política. El 2 de febrero de 1877 fue nombrado secretario
del Gobierno Civil de Córdoba, donde ascendió a Jefe de Negociado de Segunda
clase. Pero fue la llegada al poder del Partido Fusionista Liberal de Práxedes
Mateo Sagasta, al que Narciso Ribot estaba afiliado, la que le convirtió en un
activo político en las primeras décadas de la Restauración.
Su trayectoria como gobernador civil
En 1881
ya estaba destinado como secretario en el Gobierno Civil de Guadalajara y en el
mes de agosto de 1882 fue nombrado gobernador civil de la provincia de Ciudad
Real y el 17 de enero del año siguiente se trasladó con el mismo cargo a la de
Salamanca. El 30 de agosto de 1883 fue destinado al Gobierno Civil de Albacete,
después de renunciar a su nombramiento para el mismo cargo en la provincia
extremeña de Badajoz, y el 15 de noviembre de ese mismo año pasó a ocupar la
delegación del gobierno en Álava. Con el retorno al gobierno de los conservadores
de Antonio Cánovas del Castillo fue otra vez relevado de su puesto, aunque dos
años después, tras el fallecimiento del rey Alfonso XII, volvieron los
liberales al poder ejecutivo y recuperó el Gobierno Civil de Albacete.
Desde
ese momento, con cada regreso de los liberales al frente del gobierno de la
nación, volvía Narciso Ribot a la escena política como gobernador civil de
alguna provincia de pequeño o mediano tamaño. Así en junio de 1886 fue nombrado
gobernador civil en Ciudad Real, y desde febrero de 1889 ocupó el mismo cargo
en Palencia, donde fue cesado en 1890 para retomar en diciembre de 1892 la
jefatura del gobierno en la provincia palentina hasta su cese el 2 de abril de
1895, siéndole entonces concedida la encomienda de la Orden de Carlos III por
sus desvelos e favor de la instrucción pública. El año 1898 lo pasó en
Santander, desde el 19 de enero como Delegado de Hacienda y como Gobernador
Civil desde el 12 de noviembre hasta el 13 de marzo de 1899.
El
día 11 de agosto de 1901 fue nombrado gobernador civil de Guadalajara,
sustituyendo al abogado y periodista sevillano Juan Sánchez Lozano, y
permaneció al frente de la provincia alcarreña hasta febrero de 1902, cuando
pasó el relevo a José Carreño de la Cuadra. Se le ofreció entonces el cargo de
Delegado de Hacienda en Ciudad Real, pero lo rechazó por haber estado allí como
gobernador civil y considerarlo un agravio personal y un desdoro para su
carrera política, así que en la siguiente combinación de gobernadores, en el
mes de julio de 1902, fue elegido para hacerse cargo del Gobierno Civil de la
provincia de Burgos, a cuyo frente permaneció hasta el mes de diciembre de ese
mismo año.
Pero
su salud se debilitaba y su capacidad para ejercer como primera autoridad
provincial se resentía. En febrero de 1903 presentaba su solicitud para
jubilarse por incapacidad física, instancia que acompañaba con un informe
médico del doctor Joaquín García Plaza, de Guadalajara, en el que se
dictaminaba que padecía de isquemia cerebral por arterioesclerosis y de astenia
severa, informe que fue corroborado por la opinión de los doctores Eliseo Muro
Morales, José López Cortijo y León Carrasco Gómez, todos ellos de Guadalajara.
A
pesar de todo, y a causa de su experiencia y diligencia, se le nombró para el
Gobierno Civil de Alicante en mayo de 1903, aunque se vio obligado a renunciar
por enfermedad cinco meses después. Todavía volvió, el 29 de junio de 1905, a
ser elegido para hacerse cargo de nuevo de la provincia alicantina, pero su
salud se había debilitado de tal forma que el 9 de mayo de 1906 se le concedió
la jubilación, con sólo sesenta años de edad.
Fue
el último gobernador civil de la provincia alcarreña antes de la coronación de
Alfonso XIII, que se celebró el 17 de mayo de 1902. De su breve paso por
Guadalajara merece la pena destacar su proyecto de fundar una Caja de Ahorros y
un Monte de Piedad de ámbito provincial, instituciones que lamentablemente no
estableció mientras estuvo al frente de la provincia y que no se constituyeron
tras su cese en el Gobierno Civil, entorpeciendo el necesario desarrollo
económico de la provincia.
Fue
socio fundador de la elitista sociedad Gran Peña madrileña.
JUAN
PABLO CALERO DELSO
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