LÓPEZ CORTIJO, José
[Tendilla,
¿? / Guadalajara, 7 de febrero de 1909]
José
López Cortijo nació en la década de 1840 en el pueblo alcarreño de Tendilla,
donde sus padres, Victoriano López y Ramona Cortijo, tenían propiedades
agrícolas que él heredó en parte, y falleció en la ciudad de Guadalajara el día
7 de febrero de 1909. Su biografía se entrecruza con la de su hermano Pablo,
que participó con él en algunas iniciativas políticas y sociales y que ejerció
como farmacéutico en Tendilla, la misma profesión que tuvo uno de sus tres hijos, Gustavo
López García, otro destacado miembro de esta familia. José López Cortijo
contrajo matrimonio con Prudencia García y se trasladó a la ciudad de Guadalajara, residiendo en el
número 11 de la Calle Mayor Alta.
Su actividad profesional
Después
de completar el Bachillerato en el Instituto de Guadalajara y de realizar sus
estudios en la correspondiente Facultad de la Universidad Central madrileña, se
dedicó profesionalmente al ejercicio de la medicina hasta su fallecimiento. Tras
establecerse en la capital de la provincia alcarreña, fue médico en el Hospital
Civil Provincial, en la Inclusa dependiente de la Diputación alcarreña y en la
Caja de Inútiles y Huérfanos de la Guerra de Guadalajara. Fue miembro de las
Juntas de Beneficencia y de Sanidad de la Diputación Provincial, llegando a ser
vicepresidente de esta última, y se le concedió la cruz blanca de primera clase
del Mérito Militar por los servicios que prestó desinteresadamente al Ejército.
Acabado
su período de formación, en 1877 se presentó a las oposiciones para médicos-directores
de establecimientos de baños, consiguiendo ocupar esta plaza en el Balneario de
Zuazo de Kuartango, en la provincia alavesa, un centro termal por entonces muy
conocido que solo en los tres meses de su temporada recibía a un millar de
enfermos y a otros tres mil visitantes. Compartía este interés por los
balnearios con su hermano Pablo, que participó en la Exposición Provincial de
Guadalajara de 1876 con una Memoria sobre las aguas ferruginosas-bicarbonatadas
de Fuentelviejo, una pequeña población colindante con Tendilla.
Además,
escribió en diversas publicaciones de dentro y fuera de la provincia, en muchas
ocasiones con seudónimo, desarrollando una intensa actividad de divulgación
sanitaria que empezó muy tempranamente, en el año 1868 más concretamente,
colaborando en El Restaurador Farmacéutico,
que se proclamaba “periódico oficial de la sociedad farmacéutica de Socorros
Mutuos de los Colegios de farmacéuticos de Madrid y Valladolid”. En 1893 publicó
el libro Topografía médica de Guadalajara,
un texto de un centenar de páginas que estaba encabezado por el lema “La
higiene es la base del bienestar individual y social”. La obra había sido
premiada en los Juegos Florales de 1892 convocados por el Ateneo Caracense con
el patrocinio del Ayuntamiento de Guadalajara.
La
participación de José López Cortijo en las luchas políticas de su tiempo fue
muy precoz. El día 29 de abril de 1864, siendo todavía un joven estudiante, fue
uno de los universitarios firmantes de un manifiesto en contra del gobierno
moderado y a favor de la libertad de cátedra que se iniciaba con estas frases
tan rotundas: “Así como nuestros abuelos salvaron la nacionalidad en la Guerra
de la Independencia, y nuestros padres la libertad en la guerra civil, nosotros
en esta guerra pacífica de ideas, no menos grande, si menos costosa, salvaremos
la ciencia, siendo una generación digna de dejar inscrito su nombre en las
eternas páginas de la historia”.
Completados
sus estudios y de vuelta a su pueblo natal, fue uno de los dirigentes más
activos del naciente partido republicano. En 1869 se constituyó en Tendilla el
primer comité republicano local del que su hermano Pablo era el Presidente y en
el que él ocupaba la vicepresidencia. No debía de ser fácil declarar
públicamente su ideario republicano en un pueblo que, en esos años, era el
epicentro de la conspiración carlista en la provincia, pero en el momento de
estallar la Tercera Guerra Carlista seguía formando parte del comité republicano
de Tendilla con su hermano Pablo.
Desde
1868 el republicanismo alcarreño estaba dirigido por dos médicos, el federal
Manuel González Hierro y el posibilista Miguel Mayoral Medina, con los que le
unieron fuertes lazos. Pero, acabado el Sexenio Revolucionario y devuelta en
1881 la libertad de asociación, José López Cortijo se alineó con el
republicanismo posibilista de Emilio Castelar, que en 1891 disolvió su partido
facilitando que muchos de sus antiguos militantes se integrasen en el Partido
Liberal que, en Guadalajara, lideraba con mano firme Álvaro de Figueroa, conde
de Romanones.
Fue
así como José López Cortijo pasó a ingresar en las filas del liberalismo
dinástico, lo que hizo posible que en 1894 fuese designado alcalde de
Guadalajara, un puesto que, en esta primera ocasión, sólo ocupó durante un año,
pues los vaivenes políticos dieron el gobierno de la nación al Partido
Conservador que en 1895 nombró para ese cargo a Manuel María Vallés Carrillo,
otro hijo de Tendilla que había dirigido los preparativos para la insurrección
carlista en tierras alcarreñas mientras José López Cortijo defendía a la
Primera República.
Cuatro
años más tarde, las elecciones municipales de 1899 habían concedido a los
republicanos una mayoría tan amplia en la ciudad de Guadalajara que el federal
Manuel Diges Antón fue nombrado alcalde de una ciudad que era capital de una
provincia que había elegido en esa legislatura al único senador republicano de
toda la Cámara Alta, José Fernando González, y que tenía a otro republicano,
Calixto Rodríguez, como diputado en el Congreso por el distrito de Molina de
Aragón. El conde de Romanones se aprovechó de unas supuestas irregularidades en
las arcas municipales para forzar la suspensión de los diez concejales
republicanos y nombrar en 1901 ediles interinos monárquicos. Fue así como José
López Cortijo volvió a estar al frente de la corporación municipal arriacense;
el conde de Romanones se sirvió de él, y de sus contactos y prestigio entre los
republicanos y las clases populares, para retomar el control de la ciudad, por
lo que, en sus últimos años, los sectores más progresistas consideraron a José
López Cortijo un traidor.
Su actividad social
Desde que fijó su residencia en
Guadalajara, José López Cortijo animó y participó en numerosas iniciativas. Así
fue socio de la sociedad La Peña de Guadalajara, que en 1899 le eligió como
Contador en una Junta Directiva que presidía Miguel Mayoral. También fue socio
del Ateneo Caracense, donde impartió algunas conferencias como, por ejemplo,
una sobre el darwinismo y la teoría de la evolución. Por esas fechas fue
nombrado vocal de la Junta de Instrucción pública de Guadalajara, en concepto
de padre de familia, y gracias a su iniciativa personal se constituyó una junta
local para coadyuvar a los trabajos para levantar un monumento nacional a
Emilio Castelar, a la que pertenecían, entre otros muchos, Manuel María Vallés,
Felipe Pérez Cerrada, Tiburcio Montalvo y Luis Cordavias.
Y
aunque le interesaron menos los negocios, hay que reseñar que en 1890 presentó
una propuesta para llevar la luz eléctrica a Guadalajara en nombre de la
compañía The Mazarrón Electric Light Company.
JUAN
PABLO CALERO DELSO
No hay comentarios:
Publicar un comentario