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sábado, 15 de agosto de 2020

JOSÉ CARRASCO CABEZUELO

CARRASCO CABEZUELO, José
[Guadalajara, 16 de abril de 1883 / 21 de enero de 1936]

José Carrasco Cabezuelo nació en Guadalajara el 16 de abril de 1883 y falleció por "colapso" en la misma ciudad el día 21 de enero de 1936, siendo enterrado al día siguiente por el rito católico en el cementerio municipal. Era hijo del abogado Juan Carrasco González, que murió en Guadalajara el 26 de abril de 1906, y de María Antonia Cabezuelo, fallecida en la capital alcarreña el 19 de junio de 1898, que tuvieron cuatro hijos: Juan, José, María Luisa y Antonio, residiendo en el número 28 de la calle Museo, hoy doctor Benito Hernando. José Carrasco Cabezuelo contrajo matrimonio con Ascensión Medrano y tuvieron su domicilio, sucesivamente, en la calle Museo número 21, en el número 6 de Santa Clara y en la calle del Amparo en el número 23, siempre de la capital alcarreña.
En la primavera de 1902, con solo diecinueve años de edad, inició su carrera administrativa como escribiente temporal de la Oficina de Estadística de Guadalajara, mientras durasen los trabajos del censo, pero en realidad su empleo no se debía a una momentánea carga de trabajo sino a la influencia del conde de Romanones y tenía, por eso mismo, una fecha de caducidad mucho más prolongada. De hecho su nombramiento fue criticado en la prensa local por los republicanos, que ofrecían así la noticia: “Ha sido nombrado Amanuense de la oficina provincial del Censo de Población el joven don José Carrasco y Cabezuelo. Este hace el número 14 en los oficinistas censales que nombra Romanones, y dicen no será el último. El jefe de dicha oficina Sr. Martínez no ve el medio de colocar convenientemente al personal por insuficiencia del local”.
Su padre, Juan Carrasco, había sido durante el Sexenio Revolucionario un activo dirigente carlista, pero al comenzar la Restauración abandonó las filas del pretendiente y se afilió al Partido Conservador de Antonio Cánovas del Castillo, grupo político que en la provincia de Guadalajara estaba condenado al ostracismo ante la hegemonía de liberales y republicanos. Quizás atendiendo, otra vez, más a intereses personales que ideológicos, desde 1900 se puso incondicionalmente a las órdenes del conde de Romanones y en el año 1903 ingresó en el Partido Liberal, consiguiendo empleos de funcionarios para sus hijos: José en la oficina del censo y Juan en la sección de pósitos de la provincia.
En noviembre de 1904 José Carrasco Cabezuelo ingresó como funcionario después de aprobar las oposiciones a auxiliar segundo de Estadística, siendo destinado a Zaragoza, hasta que en enero de 1908 fue ascendido a oficial de cuarta clase del Cuerpo de Estadística y reubicado en la Oficina de Trabajos Estadísticos de Guadalajara, donde continuó trabajando hasta su muerte. Durante la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera fue ascendido a Jefe Provincial de Estadística, cargo que siguió disfrutando durante la etapa republicana.
Además de su empleo como funcionario del Cuerpo de Estadística, José Carrasco Cabezuelo inició estudios en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid, aunque finalmente obtuvo la licenciatura en Derecho, haciendo su debut como nuevo abogado en abril de 1912.
Sin embargo, no se mostró particularmente activo en la sociedad alcarreña de su tiempo y sólo podemos reseñar que en 1930 era secretario general de la Cámara de Comercio de Guadalajara, que presidía Vicente Pedromingo de la Riva, otro antiguo romanonista. Se dice que perteneció a la masonería, a pesar del firme catolicismo de su padre y de su hermano Juan, pero desde luego no formó parte de la Logia Arriaco, que fue la única activa en la provincia de Guadalajara en esos años.
Su actividad parlamentaria
Para el día 19 de noviembre de 1933 se convocaron nuevas elecciones legislativas, una vez que las Cortes Constituyentes concluyeron su tarea. En esta ocasión, los partidos que habían traído la República de la mano de la conjunción republicano-socialista se presentaron desunidos; en la circunscripción de Guadalajara presentaron sus propios candidatos: el PSOE a Marcelino Martín González del Arco, la Acción Republicana de Manuel Azaña a José Serrano Batanero, el Partido Radical-Socialista a Ceferino Palencia Álvarez-Tubau, el Partido Republicano Federal a Fabián Talanquer López, y el Partido Republicano Radical a José Carrasco Cabezuelo y Luis Barrena Alonso de Ojeda, a los que había que sumar el candidato supuestamente progresista independiente Luis Casuso Obeso.
Esta fragmentación del voto permitió una victoria aplastante de las derechas no republicanas, que obtuvieron los tres escaños reservados a la mayoría: el agrario monárquico Álvaro de Figueroa Torres, conde de Romanones, José Arizcún Moreno, de Acción Popular, y Cándido Casanueva Gorjón, del Partido Agrario, que obtuvieron más de cincuenta mil votos cada uno de ellos.
Como ninguno de los demás candidatos alcanzó el mínimo de votos exigido para hacerse con el escaño reservado a la minoría en la ley electoral vigente, fue necesario realizar una segunda vuelta el día 3 de diciembre de 1933. En esta ocasión competían dos candidatos del Partido Republicano Radical, los ya citados Carrasco y Barrena, pero aquél contó con el apoyo explícito de Acción Regional Agraria, por lo que Luis Barrena fue derrotado con una amplia diferencia. José Carrasco Cabezuelo vio reconocida su acta el 19 de diciembre de 1933, tomó posesión de su escaño el día 30 y se mantuvo en activo hasta la disolución del Congreso, el 7 de enero de 1936.
En los dos años que estuvo en el Parlamento perteneció a la Diputación Permanente y a la Comisión de Hacienda, pero su actividad fue prácticamente nula y ofreció un perfil político muy bajo, por lo que nos ha sido imposible encontrar discursos en el pleno o iniciativas legislativas suyas. Sí hemos visto alguna gestión relacionada con el Colegio de Huérfanos de Guerra, establecido en el Palacio del Infantado, y alguna carta de recomendación.
En los primeros días del mes de diciembre de 1935 fue uno de los diputados que se separó del Partido Republicano Radical, como consecuencia del clima de corrupción que envolvía al propio partido y a su líder, Alejandro Lerroux, sobre todo como consecuencia del escándalo llamado del estraperlo. Su temprana muerte, dos semanas después del final de la legislatura, nos impide saber cuál habría sido su orientación política posterior.
JUAN PABLO CALERO DELSO

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