BRIONES
CARDEÑA, Francisco
[Albendea, 1808 / ]
Francisco Briones Cardeña nació en el
pueblecito de Albendea, en la Alcarria conquense junto a la localidad de
Valdeolivas que, tradicionalmente, formaba parte de la provincia de
Guadalajara. Era hijo de José Victoriano Briones y de María Tomasa Cardeña, y
fueron sus abuelos paternos José Manuel Briones y María Fernanda Carrillo y los
maternos Francisco María Cardeña y Juana Núñez.
Mientras su hermano Manuel permanecía en
el hogar paterno y administraba un patrimonio familiar que se extendía por la
Alcarria, Francisco comenzó en 1820 sus estudios en el Seminario Conciliar de
San Bartolomé, en Sigüenza, cursando entre 1820 y 1822 las asignaturas de
Matemáticas, Lógica y Metafísica. Ese último año se matriculó en la Universidad
Central de Madrid, donde completó su formación con estudios sobre Moral y
Derecho Natural.
En 1823 se trasladó a Alcalá de Henares
e ingresó en su Universidad, mereciendo en 1828 el título de Licenciado en
Leyes y el grado de Doctor en Derecho; entre sus profesores en el centro
universitario complutense estuvo José Muñoz Maldonado, que en 1825 fue
encargado por el Comisionado Regio de las Explicaciones Extraordinarias en
Leyes, y con el que luego se enfrentó políticamente. En 1833, al cumplir los 25
años que establecía por entonces la mayoría de edad, solicitó al Consejo de
Castilla que se le expidiese el título de abogado para que pudiese ejercer ante
los Reales Consejos.
Se
trasladó a Atienza, quizás por influencia de su abuela paterna, donde se
convirtió en uno de los más prósperos propietarios agrarios de la comarca, como
él mismo señalaba en enero de 1865 en una carta al periódico La Época en la que respondía a la falsa
acusación de que habían quemado la casa en la que se hospedaba en Atienza el
candidato rival, José Muñoz Maldonado, y en la que sostenía que era “absurdo suponer que los primeros
contribuyentes del partido y no de los últimos de la provincia” estuviesen
detrás de “una venganza tan ruin” que en otras ocasiones se podía emplear “con
sus numerosas propiedades”.
Su acción política
Al mismo tiempo, desarrolló una exitosa
carrera política, siempre dentro de las filas del liberalismo más conservador,
que si le condenaba al ostracismo en los cortos períodos de régimen
progresista, le daba amplio margen de actuación en las más largas etapas de
predominio moderado. Fue diputado provincial por el partido judicial de Atienza
desde 1851 hasta 1854, cuando el pronunciamiento del general Leopoldo O’Donnell
dio paso al Bienio Progresista, y desde 1867 hasta que en septiembre de 1868 la
corporación provincial de Isabel II fue sustituida por una Diputación
provisional revolucionaria que presidía Diego García Martínez. En estos mismos
años otro Briones, con el nombre de José Tiburcio y con residencia en Alcocer,
fue diputado provincial por el partido judicial de Sacedón, en la comarca natal
familiar de la Baja Alcarria, donde tenía propiedades agrarias en varias
localidades.
La caída del gobierno progresista de
Baldomero Espartero en julio de 1856 le devolvió al primer plano de la política
institucional, siempre de la mano de los moderados, y el 1 de diciembre de 1856
era nombrado por el gobierno vocal del Consejo Provincial, cargo que mantuvo,
al menos, hasta 1863 en compañía del también atencino Ceferino Garcés.
En
los comicios celebrados el 25 y 26 de marzo de 1857, bajo un gobierno de la
Unión Liberal, se presentó a diputado en Cortes por el distrito de Sigüenza y
Atienza, en un proceso electoral con un sufragio censitario muy limitado. De los
256 ciudadanos que componían el cuerpo electoral de esa circunscripción, sólo
162 ejercieron su derecho al voto y tan solo 144 le apoyaron, por lo que estuvo
muy cerca de no resultar elegido al no recibir el voto de la mitad de los
electores. Pero esta cifra tan ajustada sólo se pudo conseguir con numerosas
irregularidades, que forzaron que en la sesión del 10 de mayo de 1857 se
aprobase un dictamen anulando la elección. Francisco Briones no llegó a tomar
asiento en el Congreso y fue sustituido por Juan Pedro Martínez.
En
las elecciones que se celebraron el 31 de octubre y 1 de noviembre de 1858 se
disputó el escaño con Diego García Martínez, sin que ninguno de los dos ganase
un respaldo suficiente de los electores del distrito de Sigüenza y Atienza;
además, era consejero provincial y “a esta
circunstancia debió [Francisco Briones] la anulación de su acta, que tal vez le
hubiese producido algún resultado”, ocupando
de nuevo el escaño Juan Pedro Martínez.
Volvió a concurrir en las elecciones
legislativas del mes de diciembre de 1865 para ocupar un escaño en el Congreso
de los Diputados, cuando el régimen moderado del general Ramón María Narváez,
que en 1863 había desplazado a la Unión Liberal del también general Leopoldo
O’Donnell, estaba sufriendo una peligrosa deriva autoritaria. Los partidarios
del gobierno moderado presentaron como candidatos a Justo Hernández Pareja, el
marqués de Villamejor, Cosme Barrio Ayuso, Fabriciano Morencos y Francisco
Briones, siendo elegidos los cuatro primeros; sólo Francisco Briones no pudo
hacerse con el acta de diputado, pues fue superado por Manuel Ortiz de Pinedo,
y aún por otros candidatos de la oposición que, como Antonio López Rey o Manuel
Abeleira Busse, no ganaron el escaño pero cosecharon más apoyo electoral que él.
También en esta ocasión se denunciaron irregularidades y presiones del
gobernador civil para forzar la elección de Francisco Briones y los demás
candidatos gubernamentales.
La llegada del régimen democrático y la
victoria de sus rivales políticos después de la Revolución Gloriosa de
septiembre de 1868, pusieron fin a su accidentada carrera política, basada en
el caciquismo pero, al mismo tiempo, en su indudable influencia económica y social
en la comarca de Atienza, aunque no debía de ser muy generoso y caritativo,
pues en 1870 aportó a la suscripción “por las víctimas de la miseria y del
infortunio en Alicante” menos dinero que el que se recaudó entre los presos de
la cárcel atencina.
JUAN PABLO CALERO DELSO
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