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sábado, 28 de octubre de 2017

FRANCISCO BRIONES CARDEÑA


BRIONES CARDEÑA, Francisco
[Albendea, 1808 / ]

Francisco Briones Cardeña nació en el pueblecito de Albendea, en la Alcarria conquense junto a la localidad de Valdeolivas que, tradicionalmente, formaba parte de la provincia de Guadalajara. Era hijo de José Victoriano Briones y de María Tomasa Cardeña, y fueron sus abuelos paternos José Manuel Briones y María Fernanda Carrillo y los maternos Francisco María Cardeña y Juana Núñez.
Mientras su hermano Manuel permanecía en el hogar paterno y administraba un patrimonio familiar que se extendía por la Alcarria, Francisco comenzó en 1820 sus estudios en el Seminario Conciliar de San Bartolomé, en Sigüenza, cursando entre 1820 y 1822 las asignaturas de Matemáticas, Lógica y Metafísica. Ese último año se matriculó en la Universidad Central de Madrid, donde completó su formación con estudios sobre Moral y Derecho Natural.
En 1823 se trasladó a Alcalá de Henares e ingresó en su Universidad, mereciendo en 1828 el título de Licenciado en Leyes y el grado de Doctor en Derecho; entre sus profesores en el centro universitario complutense estuvo José Muñoz Maldonado, que en 1825 fue encargado por el Comisionado Regio de las Explicaciones Extraordinarias en Leyes, y con el que luego se enfrentó políticamente. En 1833, al cumplir los 25 años que establecía por entonces la mayoría de edad, solicitó al Consejo de Castilla que se le expidiese el título de abogado para que pudiese ejercer ante los Reales Consejos.
Se trasladó a Atienza, quizás por influencia de su abuela paterna, donde se convirtió en uno de los más prósperos propietarios agrarios de la comarca, como él mismo señalaba en enero de 1865 en una carta al periódico La Época en la que respondía a la falsa acusación de que habían quemado la casa en la que se hospedaba en Atienza el candidato rival, José Muñoz Maldonado, y en la que sostenía que era “absurdo suponer que los primeros contribuyentes del partido y no de los últimos de la provincia” estuviesen detrás de “una venganza tan ruin” que en otras ocasiones se podía emplear “con sus numerosas propiedades”.

Su acción política
Al mismo tiempo, desarrolló una exitosa carrera política, siempre dentro de las filas del liberalismo más conservador, que si le condenaba al ostracismo en los cortos períodos de régimen progresista, le daba amplio margen de actuación en las más largas etapas de predominio moderado. Fue diputado provincial por el partido judicial de Atienza desde 1851 hasta 1854, cuando el pronunciamiento del general Leopoldo O’Donnell dio paso al Bienio Progresista, y desde 1867 hasta que en septiembre de 1868 la corporación provincial de Isabel II fue sustituida por una Diputación provisional revolucionaria que presidía Diego García Martínez. En estos mismos años otro Briones, con el nombre de José Tiburcio y con residencia en Alcocer, fue diputado provincial por el partido judicial de Sacedón, en la comarca natal familiar de la Baja Alcarria, donde tenía propiedades agrarias en varias localidades.
La caída del gobierno progresista de Baldomero Espartero en julio de 1856 le devolvió al primer plano de la política institucional, siempre de la mano de los moderados, y el 1 de diciembre de 1856 era nombrado por el gobierno vocal del Consejo Provincial, cargo que mantuvo, al menos, hasta 1863 en compañía del también atencino Ceferino Garcés.
En los comicios celebrados el 25 y 26 de marzo de 1857, bajo un gobierno de la Unión Liberal, se presentó a diputado en Cortes por el distrito de Sigüenza y Atienza, en un proceso electoral con un sufragio censitario muy limitado. De los 256 ciudadanos que componían el cuerpo electoral de esa circunscripción, sólo 162 ejercieron su derecho al voto y tan solo 144 le apoyaron, por lo que estuvo muy cerca de no resultar elegido al no recibir el voto de la mitad de los electores. Pero esta cifra tan ajustada sólo se pudo conseguir con numerosas irregularidades, que forzaron que en la sesión del 10 de mayo de 1857 se aprobase un dictamen anulando la elección. Francisco Briones no llegó a tomar asiento en el Congreso y fue sustituido por Juan Pedro Martínez.
En las elecciones que se celebraron el 31 de octubre y 1 de noviembre de 1858 se disputó el escaño con Diego García Martínez, sin que ninguno de los dos ganase un respaldo suficiente de los electores del distrito de Sigüenza y Atienza; además, era consejero provincial y “a esta circunstancia debió [Francisco Briones] la anulación de su acta, que tal vez le hubiese producido algún resultado”, ocupando de nuevo el escaño Juan Pedro Martínez.
Volvió a concurrir en las elecciones legislativas del mes de diciembre de 1865 para ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados, cuando el régimen moderado del general Ramón María Narváez, que en 1863 había desplazado a la Unión Liberal del también general Leopoldo O’Donnell, estaba sufriendo una peligrosa deriva autoritaria. Los partidarios del gobierno moderado presentaron como candidatos a Justo Hernández Pareja, el marqués de Villamejor, Cosme Barrio Ayuso, Fabriciano Morencos y Francisco Briones, siendo elegidos los cuatro primeros; sólo Francisco Briones no pudo hacerse con el acta de diputado, pues fue superado por Manuel Ortiz de Pinedo, y aún por otros candidatos de la oposición que, como Antonio López Rey o Manuel Abeleira Busse, no ganaron el escaño pero cosecharon más apoyo electoral que él. También en esta ocasión se denunciaron irregularidades y presiones del gobernador civil para forzar la elección de Francisco Briones y los demás candidatos gubernamentales.
La llegada del régimen democrático y la victoria de sus rivales políticos después de la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868, pusieron fin a su accidentada carrera política, basada en el caciquismo pero, al mismo tiempo, en su indudable influencia económica y social en la comarca de Atienza, aunque no debía de ser muy generoso y caritativo, pues en 1870 aportó a la suscripción “por las víctimas de la miseria y del infortunio en Alicante” menos dinero que el que se recaudó entre los presos de la cárcel atencina.
JUAN PABLO CALERO DELSO

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