RIPOLLÉS BARANDA, Mariano
[La
Almolda, febrero de 1842 / Baños de Segura, 29 de julio de 1909]
Mariano Ripollés Baranda nació
en febrero de 1842 en el pueblo aragonés de La Almolda, en la comarca de los Monegros de la provincia de Zaragoza,
y falleció en el balneario turolense de Baños de Segura el 29 de julio de 1909,
siendo su cadáver trasladado a la localidad de Albalate del Arzobispo, donde
fue enterrado y en donde tenía fuertes lazos familiares. Era hijo de José Valero Ripollés
Morata, maestro de primeras letras en La Almolda, y de Juana Baranda Andrea,
también hija de un maestro, y tuvo al menos un hermano, llamado Andrés que,
después de estudiar en la Academia de Ingenieros militares de Guadalajara,
alcanzó el grado de comandante en el ejército y fue el primer socio de mérito
de la Sociedad Colombófila de Cataluña, la primera de carácter civil que hubo
en España. Él también contrajo matrimonio y tuvo, al menos, un hijo que se llamaba Mariano Ripollés Vaamonde.
Cuando
completó sus estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de
Zaragoza en 1861, se matriculó en la Facultad de Leyes de la Universidad de
la capital aragonesa, donde consiguió en 1865 la licenciatura en Derecho Civil y Canónico,
doctorándose en Leyes en la Universidad Central de Madrid en el año 1867, con
su tesis ¿Cuáles son la extensión y los
efectos de la sociedad conyugal?, obteniendo siempre las más altas
calificaciones. Desde muy joven, Mariano Ripollés se dedicó al mundo del
derecho desde todas las perspectivas. En 1866 ingresó en el Colegio de Abogados
de Zaragoza, y en la capital aragonesa ejerció la abogacía, ganando clientela y
prestigio en el ejercicio libre de su profesión.
Pero, al mismo tiempo, participó en el Congreso de Jurisconsultos Aragoneses, organizado en 1880 por Joaquín Costa, que marcó el inicio de la recuperación del derecho foral aragonés, de la que fue insigne abanderado. Formó parte de la Academia Jurídico-Práctica aragonesa, que llegó a presidir en 1885, y desde la que intervino en la redacción del nuevo Código Civil, consiguiendo que el Derecho Foral fuese considerado supletorio en la jurisprudencia española; un movimiento de recuperación que concluyó al publicarse en 1888 en dos volúmenes la obra Legislación Foral de España. Derecho vigente en Aragón. En 1899 fue designado vocal por Aragón de la Comisión General de Codificación del Ministerio de Gracia y Justicia y, cuando él ya había fallecido, mediante un Real Decreto del 7 de diciembre de 1925 se aprobó el Apéndice al Código Civil correspondiente al Derecho Foral aragonés.
Su actividad docente
Pero, al mismo tiempo, participó en el Congreso de Jurisconsultos Aragoneses, organizado en 1880 por Joaquín Costa, que marcó el inicio de la recuperación del derecho foral aragonés, de la que fue insigne abanderado. Formó parte de la Academia Jurídico-Práctica aragonesa, que llegó a presidir en 1885, y desde la que intervino en la redacción del nuevo Código Civil, consiguiendo que el Derecho Foral fuese considerado supletorio en la jurisprudencia española; un movimiento de recuperación que concluyó al publicarse en 1888 en dos volúmenes la obra Legislación Foral de España. Derecho vigente en Aragón. En 1899 fue designado vocal por Aragón de la Comisión General de Codificación del Ministerio de Gracia y Justicia y, cuando él ya había fallecido, mediante un Real Decreto del 7 de diciembre de 1925 se aprobó el Apéndice al Código Civil correspondiente al Derecho Foral aragonés.
Su actividad docente
También
se dedicó muy pronto a la docencia; en su juventud, y mientras completaba su
formación universitaria, impartió en Zaragoza clases de la cátedra de Psicología,
Lógica y Ética en su Instituto de Segunda Enseñanza y de algunas asignaturas en
la Facultad de Leyes, aunque siempre de forma provisional y por enfermedad de sus
titulares. Pero desde el año 1868 se orientó definitivamente hacia la práctica docente en
leyes; primero como auxiliar y luego como titular en la Universidad zaragozana,
para dejar de impartir clase en 1870 con el firme propósito de estudiar para concurrir
a las oposiciones a cátedras de Derecho.
Después
de algún intento frustrado, finalmente, en 1874 obtuvo la cátedra de Ampliación
de Derecho Civil de la Universidad de Oviedo, y al curso siguiente se trasladó
a la de Salamanca, de cuya Facultad fue secretario. Diferentes problemas de
salud y dificultades en la economía familiar, interrumpieron y obstaculizaron
su trabajo en la universidad salmantina, mientras pugnaba repetidamente por
trasladarse a la capital aragonesa, aunque hasta el año 1879 no consiguió su
traslado a la Universidad zaragozana, de la que fue Rector entre 1900 y 1907; en
este centro universitario primero se hizo cargo de la Cátedra de Derecho
Romano, luego ocupó la de Derecho Natural y, desde el año 1884, ganó por permuta
la de Derecho Administrativo. A pesar de ser, sobre todo, un insigne civilista,
como puso de manifiesto en los tres tomos de su Jurisprudencia Civil de Aragón, publicados en 1897, no accedió a
esta cátedra de Derecho Civil hasta el año 1900.
Su actividad política
Afiliado al Partido Conservador, en las elecciones del 1 de febrero de 1891 fue elegido para ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados por la circunscripción turolense de Alcañiz-Híjar, cesando en enero de 1893 al finalizar la legislatura. Por sus esfuerzos como diputado “por la construcción del Pantano de Arroyo Escuriza”, en 1925 se le tributó un homenaje en Albalate del Arzobispo y se puso su nombre a una de las calles del pueblo. Aunque no volvió a ocupar un escaño, los vaivenes del turno entre los partidos políticos dinásticos le permitieron, intermitentemente, volver a asumir responsabilidades institucionales. Así, en marzo de 1895 fue nombrado gobernador civil de Guadalajara y en noviembre pasó a ocupar el mismo cargo en la provincia de Cuenca. En marzo de 1899 se le puso al frente de la provincia de Huesca, hasta su cese en noviembre de 1900, y en diciembre de 1902 fue elegido para ocupar el Gobierno Civil de Teruel, aunque no llegó a tomar posesión de su cargo y fue reemplazado por Juan Fernández Vicente. También formó parte del Consejo de Instrucción Pública.
Afiliado al Partido Conservador, en las elecciones del 1 de febrero de 1891 fue elegido para ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados por la circunscripción turolense de Alcañiz-Híjar, cesando en enero de 1893 al finalizar la legislatura. Por sus esfuerzos como diputado “por la construcción del Pantano de Arroyo Escuriza”, en 1925 se le tributó un homenaje en Albalate del Arzobispo y se puso su nombre a una de las calles del pueblo. Aunque no volvió a ocupar un escaño, los vaivenes del turno entre los partidos políticos dinásticos le permitieron, intermitentemente, volver a asumir responsabilidades institucionales. Así, en marzo de 1895 fue nombrado gobernador civil de Guadalajara y en noviembre pasó a ocupar el mismo cargo en la provincia de Cuenca. En marzo de 1899 se le puso al frente de la provincia de Huesca, hasta su cese en noviembre de 1900, y en diciembre de 1902 fue elegido para ocupar el Gobierno Civil de Teruel, aunque no llegó a tomar posesión de su cargo y fue reemplazado por Juan Fernández Vicente. También formó parte del Consejo de Instrucción Pública.
No dejó
una amplia producción de textos de carácter jurídico, al margen de su Jurisprudencia Civil de Aragón, ya
citada. Sólo se publicaron algunos discursos de carácter jurídico pronunciados
en diversas circunstancias (“La familia, histórica y legalmente considerada”, “El
Derecho regional y la codificación civil”, “El Consejo de familia”, que fue
reproducido en La revista del Turia
de Teruel en su número del 15 de diciembre de 1886…) y el que leyó con motivo
de los Juegos Florales de Zaragoza del año 1902, de cuyo cuerpo de mantenedores
fue presidente.
Respondió
por escrito al cuestionario que envió el Ateneo de Madrid en 1901 y cuyas
conclusiones, elaboradas por Joaquín Costa, se publicaron con el título de Oligarquía y caciquismo y que marcó el
punto de partida del movimiento regeneracionista. También formó parte del
comité que organizó en Zaragoza la Exposición Pedagógica Universal de 1905.
JUAN
PABLO CALERO DELSO