GARCÍA MARTÍNEZ, Gregorio
[Guadalajara,
1824 / 30 de abril de 1894]
Gregorio García Martínez nació
en Guadalajara en el año 1824, y falleció en la misma ciudad el día 30 de abril de 1894,
en su domicilio del número 1 de la Calle de San Ginés. Hijo de Gregorio García
Tabernero y de Andrea Martínez Gutiérrez, tuvo un hermano, Diego, y dos hermanas, Joaquina y
Clementina García Martínez, que fallecieron en la primavera de 1881 con solo ocho días de diferencia. Su biografía estuvo marcada por su pertenencia a la
principal familia de la élite burguesa de la provincia, pero siempre estuvo a
la sombra de su hermano mayor aunque, al contrario que él, permaneció soltero toda su vida.
Hijo
de uno de los principales terratenientes de la provincia, fue un rico
propietario urbano y agrícola, que durante el Sexenio Revolucionario, con poco más de cuarenta años, aparecía
en el puesto número 37 de la lista de mayores contribuyentes de la provincia
por imposición territorial. Incrementó notablemente la rica herencia recibida,
sobre todo gracias a la desamortización puesta en marcha por Pascual Madoz en
1855, proceso que respaldó públicamente con un extenso y bien argumentado
artículo, publicado en el Boletín Oficial
de la Provincia de Guadalajara el 14 de mayo de 1855, en el que alentaba a
los municipios a vender sus bienes de propios y proponía fundar un banco
provincial.
Sólo
en la ciudad de Guadalajara tenía un molino aceitero en la travesía de Santo
Domingo y contaba con sus propias bodegas en la capital, que competían con las
de su hermano Diego. Sus vinos obtuvieron medalla de bronce en el concurso de la Sociedad Económica Matritense de 1882 y en el concurso internacional de Ámsterdam del año siguiente. Además, poseía algunas fincas urbanas, como la del número 1
de la Plaza de San Ginés en la que residía, y varias fincas rústicas en
diferentes localidades de la provincia.
Su acción política
Se
inició en política en las filas del liberalismo más progresista de la mano de
su padre, Gregorio García Tabernero, y más tarde su carrera institucional
creció a la sombra de su hermano, Diego García Martínez, participando en las
corporaciones alcarreñas en todos los períodos de gobierno progresista, aunque
sin salir del ámbito provincial, a diferencia de su padre y hermano.
En
1854 ya formaba parte de la dirección informal del liberalismo alcarreño, como
se puso de manifiesto al firmar la convocatoria de una asamblea de progresistas
de la provincia para fijar la candidatura de este partido para las próximas elecciones a Cortes
Constituyentes. Fue elegido diputado provincial cuando el general Baldomero
Espartero se hizo con el poder el verano de ese mismo año, y por ocupar la
vicepresidencia de esta corporación fue Jefe Político interino hasta que
Benigno Quirós y Contreras volvió a hacerse cargo del gobierno civil de
Guadalajara. Además, en 1855 fue nombrado comisionado subalterno para el partido
judicial de Pastrana de la Comisión provincial de Venta de Bienes Nacionales,
encargada de gestionar la Desamortización decretada ese año por el ministro
Pascual Madoz; seguramente, este puesto le permitió actuar con ventaja en la
compra de bienes desamortizados que, como hemos indicado, tanto beneficio
reportó a él y a toda su familia.
Caído
el gabinete de Espartero, el nuevo gobierno nombró una nueva Diputación
Provincial y se vio apartado de las instituciones políticas hasta que en 1860
fue nombrado teniente de alcalde del concejo arriacense, con Juan de Dios
González como alcalde, pero éste no completó el bienio para el que había sido
elegido, siendo sustituido primero por Joaquín Sancho Garrido y luego por
Gregorio García, que desde el 13 de julio de 1861 fue la primera autoridad de
la ciudad, como ya lo habían sido su hermano, su padre, su abuelo y su
bisabuelo. Durante los últimos años del reinado de Isabel II se mantuvo leal a los progresistas y en la asamblea provincia que este partido celebró el día 13 de agosto de 1865 fue elegido para formar parte de su comité provincial.
Su
participación política alcanzó su punto más álgido en septiembre de 1868, con
motivo de la Revolución Gloriosa, formando parte de la Junta Revolucionaria y
del Comité Electoral liberal de la provincia para las Cortes Constituyentes de
1869, junto a Manuel del
Vado, Cirilo López, Manuel González Hierro, su hermano Diego García Martínez,
Ramón Corrido, Simón García, José Ruiz de la Fuente, Luciano Lanza, Melitón
Gil, Joaquín Verdugo, Santiago Gil, Camilo Estúñiga, Joaquín Sancho Garrido y
José Guzmán y Manrique Ruiz, es decir, la plana mayor del liberalismo y del
republicanismo alcarreño.
Se hizo cargo del Ayuntamiento de la capital alcarreña de forma provisional después la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868 y se vio ratificado en este puesto tras las elecciones celebradas en diciembre de ese mismo año, permaneciendo al frente de la ciudad hasta su dimisión, en el año 1870, y al año siguiente volvió a ser elegido diputado provincial. De su paso por la alcaldía de Guadalajara en estos años se recordaba sobre todo el acuerdo, tomado por unanimidad en el pleno del 23 de marzo de 1869, de suprimir el sorteo de quintos en la capital y pagar con los fondos municipales la liberación del servicio militar del cupo de soldados que le pudiesen corresponder a la ciudad, por considerarlo "un tributo de oprobiosa memoria".
Se hizo cargo del Ayuntamiento de la capital alcarreña de forma provisional después la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868 y se vio ratificado en este puesto tras las elecciones celebradas en diciembre de ese mismo año, permaneciendo al frente de la ciudad hasta su dimisión, en el año 1870, y al año siguiente volvió a ser elegido diputado provincial. De su paso por la alcaldía de Guadalajara en estos años se recordaba sobre todo el acuerdo, tomado por unanimidad en el pleno del 23 de marzo de 1869, de suprimir el sorteo de quintos en la capital y pagar con los fondos municipales la liberación del servicio militar del cupo de soldados que le pudiesen corresponder a la ciudad, por considerarlo "un tributo de oprobiosa memoria".
En
julio de 1872 fue propuesto para ser nombrado Comisario regio de agricultura de
la provincia de Guadalajara, cargo que compartiría con su primo Camilo García
Estúñiga y con Luciano Lanza, los tres ricos propietarios agrarios de filiación
progresista; sin embargo, finalmente el nombramiento recayó sobre el citado
Luciano Lanza y sobre José Gamboa Calvo, cuya familia había emparentado con la
suya a través del matrimonio entre su hermano Diego y Casilda Gamboa González.
Durante
los primeros años de la Restauración se mantuvo al margen de la política provincial
a causa de la hegemonía de los conservadores de Cánovas del Castillo, pero
cuando los antiguos progresistas reorganizaron sus fuerzas y bajo el liderazgo
de Práxedes Mateo Sagasta volvieron al gobierno de la nación, fue de nuevo
requerido para ocupar distintos cargos institucionales. El primer día de julio
de 1881 volvió a ser elegido alcalde de la capital alcarreña, y en 1886 volvió
a ocupar un escaño de diputado provincial, accediendo en esta ocasión al puesto
de Presidente de la Diputación hasta el final de la legislatura, en el año 1890.
Además,
entre otros cargos, en 1844 era miembro de la Comisión Provincial de Monumentos
Histórico-Artísticos, fue secretario de la Junta de Agricultura, Industria
y Comercio de la provincia durante el Sexenio y vicepresidente del Jurado
General de la Exposición Provincial de Guadalajara de 1876 y presidente de la Liga de Contribuyentes de Guadalajara en 1879. Una presencia que
se incrementó durante la regencia de María Cristina de Habsburgo: vocal de la
Junta Provincial de Beneficencia en 1881, de la Junta Provincial de Agricultura,
Industria y Comercio, socio del Ateneo Caracense y Centro Volapükista español en 1891...
JUAN
PABLO CALERO DELSO
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